lunes, 26 de octubre de 2009

Un poco de historia. El porqué de las desigualdades





Para entender el presente es importante conocer el pasado. El porqué de los fenómenos actuales se esconde a menudo en la historia. Parte de la explicación de las desigualdades actulaes se encuentra en el surgimiento del sistema económico capitalista. (a continuación os propongo un extracto de uno de mis trabajos, realizado a lo largo de esta carrera)




Pasado colonial


Todo gran fenómeno es digno de una exploración teórica sobretodo uno tan importante como el desarrollo desigual de los países. Aqui se van a plantear algunas tesis explicativas de las actuales desigualdades de los países del mundo contemporáneo. Para llegar al fondo de un problema es necesario saber sus causas.

Para entender el mundo contemporáneo hay que remontarse a los orígenes de los actuales sistemas y mecanismos que rigen su funcionamiento, es decir, los orígenes del capitalismo. ¿Por qué el mundo esta dividido en esferas que no solo son geografías, pero también políticas y económicas? ¿Por qué existen los países del tercer mundo? ¿Por qué estos países siguen en el siglo XXI sin haberse desarrollado del todo? Las respuestas a algunas de estas preguntas se encuentran en la historia del desarrollo capitalista.
Algunos autores (ver trabajos de Galeano, Wallerstein, Taylor y Flint) sostienen la tesis de que el capitalismo es la causa del subdesarrollo de los países periféricos, o en otras palabras, que el subdesarrollo es la consecuencia y la condición necesaria para el establecimiento del sistema mundo actual. Este sistema-mundo esta constituido por tres estratos llamados: periferia, centro y semi-periferia. Los tres estratos o elementos del sistema-mundo son esenciales para la estabilidad general del sistema y son interdependientes. Es importante señalar que esta interdependencia no es en ningún caso una relación igualitaria o equitativa. Es más, esta interdependencia se plasma en una organización jerárquica de los tres estratos. El centro esta constituido por los estados más poderosos y más desarrollados económicamente. La periferia esta compuesta por los estados más pobres y menos desarrollados económicamente. Y la semi-periferia constituye un estrato intermedio. La función de la semi-periferia es de carácter más político que económico. Es el elemento que garantiza la relativa estabilidad política del sistema-mundo.

El esclavismo, el saqueo, la explotación, la conquista y etc., son los actos que, en primer lugar, permitieron y en segundo, fomentaron el desarrollo del capitalismo y del sistema económico tripartito. Los países del centro prosperaron gracias a las riquezas de los países periféricos. Pero otro factor que contribuyó al hundimiento de las periferias fue la concentración del capital en manos de unos pocos desinteresados en mejorar la economía interna frente a su derroche personal.
El hecho de que la explotación de los países periféricos fue el principal motor del desarrollo de los países del centro se puede demostrar considerando el papel que jugaron los recursos importados frente a los nacionales en la acumulación del capital. En efecto, la mayor parte del capital de Europa estaba formado por “adquisiciones” (adquisiciones entre comillas porque al trafico de esclavos, saqueos, etc no se le puede considerar adquisiciones en el sentido propio de palabra) en el extranjero más que por las inversiones en las industrias europeas. Este capital fue un elemento esencial en el desarrollo industrial de Europa. Así pues, los países de la periferia no solo se han quedado sin fondos para poder realizar su propia industrialización sino que ahora tenían un fuerte competidor ante ellos lo que dificultaba aun más su progreso económico.
Otro de los obstáculos que pudo contribuir al escaso progreso de los países fue la corrupción interna. El capital obtenido de las colonias acababa en manos de los aristócratas derrochadores en vez de ser invertido en expansión económica, militar y comercial. Para entender como en el proceso histórico unos países se convertían en hegemonías mundiales y otros permanecían a su merced es importante comprender el proceso de surgimiento de dichas hegemonías. Este proceso explica en parte el escaso desarrollo de algunos países.
La hegemonía holandesa es la primera de las tres que han existido en la historia. Una hegemonía es aquella que ha conquistado los tres ámbitos, agro-industrial, comercial y financiero; es defensora del libre comercio y liberalismo global; tiene un importante poder militar (marítimo y ahora aéreo); y suele surgir después de una guerra mundial (ver trabajos de Wallerstein). Esto es así, ya que las futuras hegemonías salen con mucha ventaja de las guerras dejando a sus adversarios devastados e incapaces de competir en la economía. Y es en este momento y en este terreno que las hegemonías cobran todo su protagonismo dominando el mercado internacional sin apenas competidores.
En definitiva, las regiones periféricas se vieron sometidas a las potencias centrales. Esta claro que el capitalismo no fue algo que surgió de la nada, sino que fue el resultado de una explotación bien aprovechada y una serie de factores, circunstancias y condiciones previas, porque todo tiene sus causas y sus consecuencias aunque a veces no se puedan apreciar a corto plazo.
Las periferias se veían dedicadas al fomento del capital europeo y el capitalismo en general. Así se explicaría el surgimiento del capitalismo y el desarrollo económico de las regiones del centro. Estos países se desarrollaron gracias a la explotación de las regiones periféricas, por lo que, éstas ultimas se encuentran ahora en subdesarrollo cuya causa no es la falta de industrialización. Así es el funcionamiento del sistema-mundo, para que haya ricos tiene que haber pobres.
A la miseria de las regiones periféricas contribuía también la concentración de los beneficios en manos de unos pocos. Esta particular clase, formada por mercaderes, dueños de minas y grandes propietarios de tierras, impedía el desarrollo del mercado interno ya que derrochaba el capital obtenido en objetos de lujo y en la satisfacción de sus deseos particulares. Las riquezas en vez de ser invertidas en el desarrollo del país contribuían al mantenimiento de la servidumbre, la desigualdad y la miseria. En este proceso de retención de capital también participo en gran parte la Iglesia. Destaca, por una parte, la desigualdad a escala local, en el propio país periférico, pero también la desigualdad a escala global. A escala local hay una división pronunciada entre unos pocos ricos y muchos pobres que se mueren de hambre, por lo que, no existe posibilidad de desarrollar el mercado nacional en estas condiciones. Pero el desarrollo de los países periféricos se ve doblemente obstruido por la desigualdad a escala global, donde no existe tampoco posibilidad de desarrollo frente a la fuerte competencia de las regiones del centro. “Gigantes” frente a “enanos”.

El trafico de esclavos fue un elemento crucial en el desarrollo de las regiones centro que disponían de ellos de formas inimaginables a una persona en su sano juicio. El comercio de esclavos y los beneficios producidos por éste fueron los principales fundamentos de la hegemonía inglesa. Así progresaban los países desarrollados mientras que se hundían los países subdesarrollados más aún en la miseria.
Este desarrollo desigual sigue existiendo hoy en día, pero hay mecanismos que nos distraen o impiden ver el verdadero funcionamiento del sistema.
En resumen, las actuales divisiones geográficas, políticas, económicas e incluso culturales, se podrían explicar por el desarrollo de una multitud de procesos y factores que intervinieron en el progreso del capitalismo. El capitalismo, claro está, tiene un precio, este precio lo siguen pagando las regiones subdesarrolladas.


Resulta tentador echarles la culpa del subdesarrollo a los gigantes del colonialismo y capitalismo, pero estas consideraciones teóricas solo son la punta del iceberg. La explicación del subdesarrollo como consecuencia del capitalismo y colonialismo no abre muchas puertas hacia la solución del problema, pero aclara sin duda su gran complejidad. A su vez permite evitar consideraciones (desgraciadamente presentes en las mentes de más de uno) de que los países en vía de desarrollo no se desarrollan porque no les apetece. El subdesarrollo es un problema del que todos forman parte y en el que todos están implicados, un hecho que se pierde fácilmente de vista si uno no se encuentra directamente afectado por el problema. No solo las desigualdades y abusos externos contribuyen al atraso de los países afectados, sino que también existen mecanismos de obstrucción internos, tales como la corrupción y las elites que acumulan el capital dentro del propio país. Estos son problemas que no solo existieron en tiempos de colonialismo, sino que también existen hoy en día. Sigue habiendo concentración de poder y capital en manos de unos pocos, sigue habiendo corrupción, y no solo en los países pobres sino que también el los países desarrollados. ¿Como solucionar estos problemas? Es una pregunta difícil, ya que ni los países desarrollados han podido terminar con la corrupción.
Reflexión inspirada en:
- Taylor, P y Flint, C. (2000) “La ideología que separa la experiencia de la realidad” Geografía política: Economía mundo, Estado- Nación y localidad. Madrid. Trama.
- Eduardo Galeano. Fiebre del Oro, fiebre de la plata.
- WALLERSTEIN, I. (2004) : “La debilidad estadounidense y la lucha por la hegemonía”, en Wallerstein, I. Capitalismo histórico y movimientos antisistémicos. Un análisis de sistemas-mundo. Madrid, Akal, cuestiones antagonismos, pp. 474-480 [Edición original de 2003: “Entering Global Anarchy”, New Left Review.

5 comentarios:

  1. Por favor, deja clara la fuente. Un abrazo, Roberto Carballo

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  2. De todas formas, hay que decir que la fuente está muy bien buscada. Felicidades. Un abrazo, Roberto Carballo

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  3. hola,paso para saludarte, muy buen espacio el que estas construyendo, saludos

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